INTELIGENCIA ARTIFICIAL: PERSONA, COSA O COMPONENTE HUMANO, EN LA ACTIVIDAD ADMINISTRATIVA FRENTE AL CORONAVIRUS
Résumé
La Administración Pública se vale de inteligencia artificial para decidir. Según la naturaleza jurídica que cada ordenamiento de derecho le asigne, se generarán diferentes responsabilidades. Así, la inteligencia artificial pudiera ser una persona, seguir siendo una cosa, o un elemento para potenciar capacidades humanas al punto de aumentar las brechas entre quienes pueden pagar el precio de incorporar a sus funciones básicas esta tecnología y para quienes ello no resultaría una opción. Según cada caso, la responsabilidad será atribuida a la propia inteligencia artificial, en caso de reconocimiento de personalidad, o bien al creador, si hubiera fallos de fabricación, y al usuario, en caso de mala utilización. Se trata de la posible afectación de derechos a gran escala, especialmente en caso de tratamiento de datos personales a partir de macrodatos obtenidos, de modo que pudiera rozar el límite de lo permitido y cómo cada uno de los elementos aludidos tienen aplicación práctica respecto de la lucha contra el Covid-19.